“Un día estaba charlando con un psiquiatra y me contó de una paciente suya que sufría una esquizofrenia paranoide, aunque hacía una vida completamente funcional gracias a la medicación y el acompañamiento. El caso es que tenía un piso apalabrado para ir a vivir y, el día antes de la mudanza, el propietario la llamó y le dijo que los vecinos le habían presionado para que no se lo alquilara”.
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Santiago Requejo quedó impactado con la historia. “¡Qué fuerte!”, pensó. Se fue a su casa, cogió el ascensor y “al salir coincidí con una vecina que se había mudado al edificio hace tres meses y a la que no conocía y me di cuenta de que yo tampoco quería vivir delante de una persona con problemas de salud mental”, relata el realizador.
“He querido darle a ‘Votemos’ un tono de comedia, pero es una comedia seria porque aborda un tema trágico”
El cineasta escribió un corto con ese argumento que tuvo mucho éxito y luego se convirtió en una obra de teatro que se estrenó en Argentina. Ahora, el relato tiene una nueva vida, esta vez cinematográfica, se titula Votemos y llega esta semana a las pantallas españolas.
Votemos arranca durante una junta de vecinos en casa de uno de los propietarios. Se va a discutir si se arregla por fin el ascensor. El anfitrión aprovecha para recoger sus cosas porque acaba de alquilarle el piso a un compañero de trabajo. De repente, cuenta que el nuevo inquilino tiene algún problema mental y la junta se convierte en una especie de aquelarre. Algunos de los vecinos no tienen inconveniente en acoger al nuevo arrendatario, pero la mayoría está absolutamente en contra.
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“He querido darle a Votemos un tono de comedia, pero es una comedia muy seria porque aborda un tema de actualidad que tiene también una vertiente trágica”, señala el cineasta. “Además, y a raíz de ese enfrentamiento, van surgiendo muchas otras facetas de los vecinos, porque todos tenemos dificultades y muchas veces tratamos de ocultarlas”, añade.
Requejo ha contado para Votemos con un reparto de lujo. Clara Lago, Tito Valverde, Gonzalo de Castro, Raúl Fernández y Neus Sanz forman parte de esa comunidad de vecinos que no oculta sus prejuicios contra un inquilino aquejado de una enfermedad mental, aunque “esa discriminación se podría haber producido por otros motivos como la raza o la orientación sexual”, concluye el realizador.
