La planta piloto de enriquecimiento sobre la superficie del complejo nuclerar iraní de Natanz ha sido destruida. Así lo explicó este viernes Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica de la ONU, durante una convocatoria de emergencia del Consejo de Seguridad, celebrada justo en el momento en que Teherán buscaba la revancha lanzando proyectiles sobre Israel.
La destrucción de ese sitio no habría afectado al área subterránea, que es donde se produce el enriquecimiento del uranio para fabricar armas atómicas, insistió el jefe de vigilancia nuclear de la Organización de Naciones Unidas. Pero señaló que las centrifugadoras aún podrían haber sido dañadas porque una de las instalaciones sobre la superficie que Israel tuvo en el punto de mira era el edificio de suministro de energía.

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, durante su discurso en el Consejo de Seguridad de emergencia (Eduardo Munoz / Reuters)
Grossi indicó que los niveles de radioactividad fuera de Natanz no habían cambiado, si bien “podría haber contaminación radiológica y química dentro de las instalaciones”, debido a la caída en cascada del servicio que podría haber dañado a las centrifugadoras.
También habló de más afectaciones. “En la actualidad, las autoridades iraníes nos están informando de que ha habido ataques a otras dos instalaciones, la planta de enriquecimiento de combustible de Fordow y la de Isfahán”, explicó a los quince y los cuatro invitados (Irán, Israel, Irak y Kuwait).
“En este momento no tenemos suficiente información más allá, salvo apuntar que también se ha producido actividad militar alrededor de estas instalaciones”, afirmó.
Irán está enriqueciendo uranio hasta el 60%, cercal del 90% para alcanzar el grado armamentístico, en la planta piloto de Natanz. Pero el sitio de Fordow, excavado en las montañas, produce más material y los expertos militares consideran que será difícil para Israel destruirlo con los bombardeos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, solicitó la reunión de urgencia del órgano ejecutivo de la ONN. Sostuvo que Israel “ha cruzado ahora todas las líneas rojas y la comunidad internacional no debe permitir que estos crímenes queden impunes”.
El embajador de Israel, Danny Danon, aseguró que no cesarán en sus ataques hasta que no destruyan el poder atómico de Teherán.
En la reunión, Irán fue más allá de culpar a Israel y acusó a Estados Unidos de ser cómplice de los ataques israelíes lanzados este viernes en varios sitios militares y nucleares dentro de su territorio, recalcó el embajador iraní Amir Saeid Jalil Iravani.
“La complicidad de Estados Unidos en este ataque terrorisa está fuera de toda duda”, afirmó. “No olvidaremos que nuestra gente perdió la vida como resultado de un ataque israelí con armas estadounidenses”, continúo Iravani. Dio la cifra de 78 muertos y más de 320 heridos.
Sin embargo, el jefe de la misión de la República Islámica se abstuvo de lanzar una amenaza directa contra Estados Unidos. Sólo dijo que “apoyar a Israel es apoyar los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y socavar deliberadamente la paz y la seguridad globales”.
Previamente, el representante diplomático de EE.UU. advirtió a Irán que cualquier ataque a intereses de su país no se quedaría impune y podría acabar en una destrucción total, en clara evocación a la retórica de Trump.
Dos puntos de vista. El diplomático estadounidense justificó los bombardeos israelíes por las continuos ataque iraníes, mientras que el enviado de Rusia replicó que la operación militar se había producido sin provocación previa alguna.